FUENTE: Canal Salud, 9 de febrero de 2007
USA.- Una nueva información sobre cómo el corazón de los diminutos peces cebra se regenera podría ayudar a desarrollar nuevas formas para tratar el daño cardiaco en humanos, señalan científicos del Centro médico de la Universidad de Duke.
Hallaron que cuando se extraía una porción del corazón del pez cebra, las células madre que se formaban en la herida trabajaban con una capa celular protectora que cubría la herida para la regeneración de tejido cardiaco funcional.
El equipo de Duke también descubrió que ciertos factores de crecimiento facilitaban interacciones entre las células madre y la capa celular protectora.
Los hallazgos aparecen en la edición del 3 de noviembre de la revista Cell.
Se cree que la habilidad para regenerar el tejido cardiaco dañado está presente en todas las especies vertebradas pero, por razones desconocidas, los humanos y otros mamíferos han «apagado» esa función regenerativa, según la información de fondo del artículo.
Descubrir la clave de esta habilidad latente podría conducir a nuevas formas de tratar los corazones humanos dañados por enfermedades, señalaron los científicos de la Duke.
«Múltiples tipos de células progenitoras (células madre indiferenciadas) han sido identificadas dentro del corazón de los mamíferos, pero aún así muestran poco o casi nada de regeneración cuando son dañadas», explicó en una declaración preparada el investigador principal Kenneth Poss.
«Al contrario, el pez cebra despliega una vigorosa respuesta regenerativa tras una lesión cardiaca. Estudios futuros sobre el pez cebra podrían ayudar a descubrir por qué los mamíferos carecen de esta habilidad regenerativa, así como los medios potenciales que podemos usar para estimularla», destacó Poss.